Parece mentira que el mismo escenario esté tan distinto con 4 meses de diferencia. En este mayo que nos acompaña, las playas son nuestras, las calles están vacías, el balneario respira una paz inusitada. Generalmente en los fines de semana, se observa mucho más movimiento. Sin embargo, como toda regla vuelta última oración, este domingo resultó la excepción. Sinceramente me hizo recordar mucho al último domingo eleccionario, en donde no había ni un alma en pena por las calles.
Aún así se siguió capturando alguna que otra brótola y una banda que desayunó en el Restó se alzó con un dignísimo lenguadito con mediomundo. Felicitaciones!!!
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